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ANACRUSA EN LA COCINA: LOS HUEVOS DEL HAMBRE

Vamos a preparar una cena salvavidas, ideal para cuando el hambre ruge más fuerte que una tormenta tropical y lo único que queda en la nevera son ingredientes mirando con cara de “yo qué sé, ¡improvisa!”.

Tortilla de supervivencia con lo que quedó (¡y a ver si mañana haces la compra!)

Esto es lo que necesitas:

  • 2 huevos valientes
  • 1 pimiento rojo asado que ya vio tiempos mejores
  • Media cebolla que pide ser usada antes de jubilarse
  • Un puñado de hojas de espinaca que juran que aún están frescas
  • Un chorrito de aceite de oliva (más elegante que tú un lunes)
  • Sal y pimienta al gusto
  • Un poco de queso curado (si es que no se lo comió alguien a escondidas)

Preparación exprés:

  1. Pilla la sartén y échale un chorrito de aceite. Calienta a fuego medio, como quien calienta motores antes de una misión.
  2. Pica la cebolla en trocitos pequeños (tranqui, no tiene sentimientos) y sofríela hasta que empiece a dorarse y huela a gloria. Vigila, ¡no la quemes!
  3. Añade el pimiento asado en tiras. Déjalo mezclarse con la cebolla como si fueran viejos amigos recordando batallas culinarias.
  4. Lanza las espinacas a la sartén. Se marchitarán rápidamente, como tus planes de ir al gimnasio.
  5. Bate los huevos con un poco de sal y pimienta. Si te queda queso, rállalo dentro: el queso siempre mejora cualquier relación, incluida esta.
  6. Vierte los huevos sobre las verduras y mueve un poquito la sartén para que todo se lleve bien. Cocina hasta que cuaje por abajo.
  7. Si eres valiente, dale la vuelta a la tortilla. Si no, tápala y que se haga por arriba. Aquí no juzgamos.

Consejo de bruja con hambre

Si el queso curado es poco, cómetelo mientras cocinas. La tortilla igual va a estar rica y así no se siente solo.

Sirve, mira tu creación con orgullo y piensa: de esta nevera desierta… me he ganado una cena digna.

¡Buen provecho, héroe del hambre!